No suelo ni me gusta escribir este tipo de entradas, pero en ocasiones se dicen y hacen tantas gilipolleces (con perdón) que a uno le hierve la sangre. El motivo del cabreo es el recientemente nombramiento de una jueza para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que no en mis palabras, sino en las de muchas personas no es la más idónea. Suscribo por ejemplo las razones que esgrime @iescolar.
Y por lo que quizá es más importante, es por situarse frente al posicionamiento en contra todas las organizaciones de defensa de los derechos de las personas LGTBI y especialmente todas las que acogen a las personas trans directamente aludidas por la mencionada jueza. En opinión de activistas y organizaciones LGTBI los comentarios homófobos y tránsfobos vertidos por la catedrática, la incapacitan para ocupar y ejercer un cargo cuyo fin es la defensa de los Derechos Humanos y especialmente de una población tan vulnerable como el de las personas LGTBI que a día de hoy aún son objeto de discriminación en un gran número de países, entre ellos el nuestro (que se las da de tolerante y moderno).
La situación cuando menos roza la desvergüenza cuando en nuestra cara se nombra como experta ante la ‘ley trans’ que tramita el Parlamento a la mencionada jueza y ésta junto con el partido del gobierno se ríen en nuestra cara.
El quid de la cuestión no sólo radica en la idoneidad de la persona seleccionada y propuesta desde el gobierno, sino en general las políticas y posiciones que mantiene el gobierno y el partido que lo sustenta. El PP nunca se ha mostrado como defensor de las personas LGTBI, más bien al contrario, ha torpedeado todas las iniciativas en pro de las personas LGTBI. Un breve recorrido por los últimos años evidencia posiciones cuando menos hipócritas, por no decir directamente evasoras o discriminatorias hacia las personas LGTBI.
Parece obvio recordar que las personas LGTBI somos de todas las ideologías y militamos en todos los partidos del arco político, es decir hay gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales que votan al PP, que militan en el PP y representan al conjunto de ciudadanos en más de un caso.
La hipocresía del PP en torno a las personas LGTBI roza el absurdo y el ridículo. Me pregunto si por naturaleza la ideología conservadora y neoliberal es contraria a la igualdad de todas las personas, porque es lo que parece. ¿Dónde está el origen de estos posicionamientos hipócritas? ¿Porque el PP no ha adoptado y cambiado sus posiciones ideológicas frente a las personas LGTBI, tal como han hecho otros partidos de derechas europeos? ¿Porque la derecha no siente como propia la riqueza de la diversidad sexual? ¿Cuál es el peso de la iglesia y la religión en estas posiciones?
Si la postura del Partido Popular es dejar claro que “peras y manzanas” son cosas diferentes, evidencia cuanta ignorancia y cuanto por aprender les queda a sus miembros, militantes, votantes y representantes. Señores documéntense, estudien, acudan a la evidencia científica y dejen de decir sandeces.
Para rematar la faena, el Grupo Parlamentario Popular registró recientemente en el Congreso de los Diputados una enmienda a la totalidad al texto aceptado a trámite el 19 de septiembre de 2017, una ley con un respaldo social incontestable que se puede consultar en la web de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y de la que me he permitido extraer las palabras de @JesusGenerelo.
Según Generelo, “el PP ha improvisado un texto carente de contenido, elaborado a espaldas del colectivo directamente afectado, e incluso incoherente con lo que este partido apoya en lo relativo a leyes de protección hacia las personas LGTBI en Andalucía o Extremadura. Nuestra propuesta original, que fue respaldada por la mayoría del Congreso de los Diputados en su aceptación a trámite, es un texto complejo, trabajado durante años y con 99 artículos. El PP presenta ahora una ficción de enmienda de 33 artículos que produce sonrojo”.
¿Dónde se esconden los mariconcitos del PP cuando ven cómo se menosprecia y repudia su orientación sexual desde su partido? Ante insultos tan flagrantes al sentido común y el respeto de todas las personas LGTBI los mariconcitos del PP no tienen nada que decir; esconden la cabeza cual avestruz pues ellos no están sometidos a la homofobia institucional que sufrimos el resto de personas LGTBI. Se ve que se sienten bien representados por jueces homófobos y necias modificaciones a normas ampliamente consensuadas entre el colectivo LGTBI.
Cómo me gustaría que llegara el día en que no se tenga que defender los derechos de absolutamente nadie, porque eso significaría que vivimos y formamos parte de una sociedad la cual pertenezca a un país libre en todos los ámbitos, pero por desgracia no creo que eso lo veamos nosotros, pues queda mucho para que la educación en valores sea prioritariamente el respeto mutuo.
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