UNA REVISIÓN SOBRE EL MANUAL “DE LA SEXUALIDAD A LAS SEXUALIDADES. EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL BÁSICA” DE BATALLER.

En esta publicación he querido traer y compartir con todas y todos los manuales De la Sexualidad a las Sexualidades. Educación sexual integral básica de Vicent Bataller que es de muy fácil lectura y un documento interesante que ofrece información sexual a adolescentes, jóvenes y a profesionales que pretende favorecer un adecuado desarrollo bio-psico-social de la salud sexual. Se hace un recorrido desde la dimensión biológica y psicosocial, destacando la importancia de los sentidos y la Respiración (como método de relajación) para finalmente aprender sobre las respuestas sexuales, realizando diferentes reflexiones sobre sexualidad en forma de cuentos, para finalizar con apéndices sobre anticoncepción e interrupción voluntaria del embarazo (IVE), higiene y cuidados genitales, infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH/ SIDA así como un directorio y direcciones web de interés.

La sexualidad es inherente a todo ser humano y está presente a lo largo de todo el ciclo vital humano, siendo su expresión diferente en cada persona, edad y cultura. Aún siguen presentes muchas creencias erróneas sobre que la información en educación sexual estimula la curiosidad y el impulso genital, por el contrario, es el ocultamiento de la sexualidad, lo que crea ideas erróneas o lleva a sobrevalorarla e infravalorarla.

“Todo el mundo cree saber de sexualidad humana pero lo que sabemos es cómo reproducirnos y pocos saben realmente de sexualidad. Por tanto, es necesario que la sexualidad sea comprendida, asumida y gozada.”

En el manual se presentan los aspectos reproductivos y una panorámica más amplia de la sexualidad que incluye la comunicación, el placer, los deseos sexuales, las relaciones interpersonales, las identidades sexuales, etc. la sexualidad es un camino para descubrirse aceptando el cuerpo, emociones, pensamientos y deseos; es una fuente de comunicación con los/las demás a la vez que es una forma de expresar y recibir afectividad puesto que forman parte de la sexualidad las caricias, sonrisas, miradas apasionadas, dulces, tiernas, de deseo, etc. finalmente, la sexualidad también forma parte de una actividad reproductora (libre, consciente y responsablemente elegida).

El hecho sexual humano está constituido por lo biológico, lo psicológico y lo social que componen una unidad de ser, de sentir y de actuar. Bataller recoge estas dimensiones del siguiente modo:

Dimensión Biológica: ¡VIVIMOS! El proceso de sexuación humano nos conduce y constituye en hombres o en mujeres. Pero nuestro sexo no es sólo cuestión de genitales. En nuestra evolución sexuada intervienen otros niveles biológicos (genético, hormonal…) a la hora de configurar nuestro sexo. En nuestro nacimiento, los genitales califican socialmente nuestro sexo, sin tener en cuenta nuestro sexo genético, ni nuestro mundo hormonal se nos asigna nuestro sexo genérico. Desde este momento lo que nuestra cultura nos tiene preparado para niñas y niños suele ser bastante diferente. En la pubertad hay cambios biológicos y varia también la forma de percibir tu propio cuerpo, de sentirlo en evolución, aparecen nuevas emociones, sentimientos y deseos, nuevos modos de expresarse y relacionarse. En ese proceso de maduración se recorren nuevos senderos a la búsqueda de tu propia identidad sexual como adulta/o, revisando los valores sociales recibidos y que en este período de crecimiento físico-emocional-social, necesitas cuestionar.

Conocer nuestros mecanismos de fertilidad y reproducción y el uso de métodos anticonceptivos, nos permite decidir conscientemente sobre nuestra maternidad o paternidad y también es útil para un goce de nuestros cuerpos. Para ello se realiza una descripción de los órganos genitales femeninos y masculinos en la que se alternan recomendaciones y aclaraciones sobre falsos mitos, proporcionando información veraz. Se hace una invitación a descubrir y disfrutar del propio cuerpo, así como a reconocer en él incidencias, enfermedades, etc.

Dimensión Psicológica: ¡SENTIMOS, PENSAMOS! disponemos de receptores del entorno y de un mundo interno a explorar y disfrutar. El manual hace un recorrido por los sentidos y la respiración consciente, promoviendo su redescubrimiento, su disfrute y como mediante la autoexploración se va abriendo la puerta a lo erótico, al placer compartido y a la comunicación a partir de esta grata experiencia surge el deseo de compartir con otras personas. Nuestras respuestas sexuales a los estímulos que percibimos son mecanismos complejos en los que intervienen elementos biológicos, psíquicos y culturales.

Nuestra sociedad aprovecha las pequeñas diferencias anatomofisiológicas para justificar unos papeles distintos en la sexualidad y el erotismo para mujeres y varones, desde la cultura se dictan normas, formas, modos de relación estereotipados que se ven favorecidos por los medios de comunicación social que nos inundan y que nos muestran y dan modelos, es decir, tratan de establecer el tipo de varón o de mujer que se deberá ser.

La vivencia de la sexualidad es tan rica y llena de matices como personas existen. Y no podemos dividirla en “masculina” y “femenina” y menos hablar de que exista una diferencia esencial en el orgasmo de hombres y mujeres. Hay que desgenitalizar el sexo y atreverse a explorar todo el cuerpo, jugar y modular el placer, sentir la propia energía circular, redescubrir toda nuestra capacidad de goce y fantasía.

Dimensión Socio-Cultural: ¡NOS COMUNICAMOS! nuestra vida sexual queda condicionada y reducida al rol sexual asignado, actuamos como se espera de nosotras/os en tanto que nuestro auténtico “yo” espera “el momento” de poder expresarse. Debemos tener el valor de guiarnos autónomamente, descubrirlo en cada momento, sin imponerle los “clichés” aprendidos. Nadie te puede decir lo que “has de hacer” con tu sexualidad, atrévete a buscarlo por ti mismo/a. “No impongas tus deseos a los/las demás, ni dejes que te los impongan a ti”.

No es de extrañar que las mujeres estén ya hartas de los roles impuestos y hayan empezado su camino por sí mismas, los varones debemos de ser capaces de romper con los roles impuestos y acompañarlas como iguales. Una sociedad hetero-patriarcal y opresora elegirá una sexualidad alienante y restrictiva, frente a una sociedad democrática y libre que requiere una sexualidad plural, diversa e intransferible, que pueda ser compartida con quién queramos de manera autónoma e independiente.

Cualquier intervención sobre la sexualidad debe asegurar su carácter de derecho individual, es decir, debe potenciarse la libertad de cada persona o colectivo; para ello es necesario disponer de información veraz que cuestione los hábitos sexuales represivos y las bases de funcionamiento social que coarten la vivencia corporal y la voluntad de las personas.